1. ¿Qué es la periodoncia?
La periodoncia es la especialidad odontológica que se encarga de prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades de las encías. Dichas enfermedades son dos: gingivitis -la más leve- y periodontitis -la más agresiva-.
Los procedimientos que se realizan de manera más habitual dentro de la especialidad de Periodoncia son dos: el tratamiento periodontal -comúnmente llamado curetaje dental- y la cirugía periodontal.
Por su parte, el dentista especializado en los tratamientos de encías es conocido con el nombre de periodoncista.
2. Enfermedades de la periodoncia: Gingivitis y periodontitis
La gingivitis y la periodontitis son dos enfermedades periodontales que tienen un mismo origen: la acumulación de bacterias en la zona de las encías.
Estas patologías, que en España afectan a uno de cada tres adultos, se diferencian en lo siguiente:
2.1. Gingivitis
La gingivitis es la enfermedad periodontal en su fase más inicial y, por tanto, leve. Esto se debe a que las bacterias afectan solamente a la zona de la encía.
Por ello, su tratamiento es sencillo, ya que solamente requiere una limpieza convencional y una mayor higiene en casa. Sin embargo, si la gingivitis no se trata, deriva en una periodontitis.
El síntoma más claro para identificar una gingivitis es el sangrado de encías, que puede producirse tanto al comer como al cepillarse los dientes.
2.2. Periodontitis
La periodontitis es la enfermedad periodontal en su fase más avanzada y, por tanto, agresiva. Tiene lugar cuando se deja a la gingivitis progresar y las bacterias acceden hasta el interior de las encías.
Al penetrar de manera más profunda, forman las llamadas bolsas periodontales (depósitos donde se alojan las bacterias) y acaban dañando la raíz y el hueso que sujeta el diente.
El hecho de que ataquen toda la estructura que rodea el diente es lo que ocasiona la pérdida de la pieza dental.
3. Causas de las enfermedades periodontales
La principal causa tanto de la gingivitis como de la periodontitis es la acumulación de bacterias en la zona de las encías.
Esto se produce, fundamentalmente, por una higiene bucodental deficiente, ya sea porque la persona no se cepilla lo suficiente o porque, aunque lo haga, no sigue la técnica correcta.
Si no se retiran los restos de alimentos tras las comidas, estos se convierten en placa bacteriana. Y, con el paso del tiempo, dicha placa bacteriana se solidifica y transforma en sarro, lo que hace cada vez más difícil su retirada.
4. Factores de riesgo
Como ya hemos señalado, la causa principal de las enfermedades periodontales es una higiene oral insuficiente.
Sin embargo, existen otros factores asociados al desarrollo de dichas patologías.
- Tabaco: Fumar incrementa el riesgo de desarrollar una enfermedad periodontal y reduce la efectividad del tratamiento. Una persona fumadora experimenta una mayor pérdida ósea, bolsas periodontales más profundas y mayor riesgo de recesión de encías.
- Cambios hormonales en la mujer: Es frecuente que los cambios hormonales que sufre la mujer en diferentes etapas de su vida provoquen alteraciones en las encías. Por ejemplo, esto se produce, fundamentalmente, durante el embarazo y la menopausia.
- Mala alimentación: Las dietas altas en azúcar o bajas en vitamina C incrementan el riesgo de padecer una enfermedad periodontal. Por ello, se recomienda mantener una alimentación saludable (más fruta y verdura, menos grasa, etc.).
- Diabetes: Los pacientes que sufren diabetes tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones, como la periodontitis. Además, la periodontitis provoca complicaciones en el tratamiento de la diabetes.
- Genética: La predisposición genética también juega un papel fundamental en el desarrollo de estas enfermedades. Cuando uno de los padres -o los dos- han padecido periodontitis, es necesario que los hijos extremen las medidas de higiene.
- Ingesta de medicamentos: Los medicamentos que provocan sequedad de boca, como los antidepresivos, favorecen la enfermedad periodontal, ya que la saliva ejerce una acción higienizante retirando los restos de alimentos de la boca.
5. Cómo identificar las enfermedades periodontales
Las principales señales que ayudan a identificar tanto la gingivitis como la periodontitis son las siguientes:
- Sangrado: Es uno de los primeros signos en aparecer. Puede manifestarse durante el cepillado, al utilizar el hilo dental o al comer.
- Inflamación: Unas encías inflamadas, que pueden llegar a cubrir parcialmente algún diente, son otra de las principales señales de la gingivitis.
- Enrojecimiento: Unas encías sanas tienen un tono rosáceo. Sin embargo, la gingivitis hace que las encías adquieran un color rojo, intenso y brillante.
- Mal aliento: El olor y sabor desagradable en la boca son síntomas que pueden aparecer en cualquier fase de la enfermedad periodontal.
- Retracción: La retracción es un síntoma de la periodontitis, ya que se debe a la destrucción del tejido de la encía, lo que deja la raíz visible.
- Movilidad: La última consecuencia de la periodontitis aguda es el aflojamiento de los dientes, que empiezan a moverse y, finalmente, se caen.
6. ¿Cuál es el tratamiento para la periodontitis y gingivitis?
En función de la fase en la que se encuentre la enfermedad periodontal será necesario recurrir a un tratamiento u otro:
6.1. Gingivitis (primera fase de la enfermedad)
El tratamiento es muy sencillo. Consiste, simplemente, en realizar una limpieza bucodental profesional en la clínica y reforzar la higiene en casa.
6.2. Periodontitis (fase más agresiva de la enfermedad)
La periodontitis exige un procedimiento más avanzado llamado tratamiento periodontal o curetaje.
En este tratamiento, el periodoncista elimina la placa bacteriana acumulada en el interior de las encías mediante unos instrumentos llamados curetas.
Aunque el tratamiento periodontal sea el procedimiento más habitual para curar una periodontitis, hay ocasiones en las que este no es suficiente.
Esto sucede en los casos de periodontitis más avanzada, ya que las bolsas periodontales son tan profundas que el uso de las curetas no es suficiente. En estos casos, será necesario recurrir a la cirugía periodontal.